Vestigio de color amarillo

Dune (Estados Unidos, 2021)

Por Ricardo Mercader

Algo que sorprende mucho es por qué los estudios de Hollywood se tardaron tanto en reintentar adaptar una obra del calibre de Dune, siendo uno de los libros de ciencia ficción más influyentes, si no el más influyente, de los últimos años.

La respuesta la podemos encontrar en su primera adaptación y sus resultados poco favorables tanto en taquilla como en crítica, ya sea por limitaciones de tiempo o limitaciones de tecnología para hacerle justicia a esta épica en la pantalla grande.

Era cuestión de tiempo antes de que volvieran a ver el potencial en la franquicia de Dune para realizar una adaptación que le haga justicia al material original. En donde la única limitante parece ser el panorama actual de los últimos años respecto a las películas de alto presupuesto. Es aquí en donde Dune brilla, al ser una de estas propuestas que no sigue las convenciones contemporáneas de los blockbusters.

Es difícil resumir la historia de esta película sin entrar en territorio de spoilers. Pero sí se puede decir que, a grandes rasgos, Dune nos cuenta la historia de Paul Atreides (Timothée Chalamet) y su llegada al planeta de Arrakis, lugar en donde tendrá que vengar la muerte de su padre y salvar a este planeta que se le ha encomendado proteger.

Dune (Estados Unidos, 2021)

Una crítica muy vocal sobre esta adaptación es la falta de acción y la pesadez de la historia. Sin embargo, difiero. Es impresionante el trabajo que realiza el director, Denis Villeneuve, en cómo logra balancear los aspectos más difíciles de digerir de la obra original y presentarlos de una manera que deja en claro al espectador sobre lo que está pasando; mezclado, además, con unas escenas de acción épicas y con efectos especiales de primer nivel.

La película, a pesar de que tiene la difícil tarea de presentarnos todo el contexto político y de personajes de un universo que es muy denso, logra no tener ningún momento aburrido al estar constantemente moviendo la historia, balanceando momentos de exposición con escenas que logran avanzar la trama.

Nos encontramos aquí con una adaptación impresionante en la que todos los problemas se sienten urgentes pero también tenemos suficiente exposición a los personajes y su perspectiva del mundo para lograr entender por todo lo que están pasando. Además, contamos con un talento detrás y enfrente de la cámara digno de todos los premios a los que están nominados.

Especialmente resalta la magistral banda sonora cortesía de Hans Zimmer, dándole una identidad instantáneamente reconocible al árido terreno de Arrakis. Y la fotografía de Greg Fraiser quien continúa con una racha de éxitos.

Dune (Estados Unidos, 2021)

Posiblemente el único aspecto negativo que presenta esta adaptación es en la estructura, al haber tenido que partir la historia en dos películas. Si bien, la historia decide centrar su arco emocional en Paul y en todo por lo que tiene que pasar, se termina sintiendo como que esta historia no tiene un fin. Observamos un cambio significativo en la actitud del protagonista pero como espectador puede llegarse a sentir que este cambio no justifica el haber visto la película en su duración total. La mayoría de los personajes están en servicio del protagonista y de su arco narrativo, pero este se termina sintiendo incompleto. Sin embargo, se debe de estar consciente que este problema será solucionado cuando salga la ya anunciada segunda parte para que concluya con los aspectos de la historia que quedaron sin resolver y complete el arco narrativo del protagonista.

Dune es una adaptación rara, que no se siente que se pudiera hacer en esta época. Sin embargo, se hizo y nos demostró su valor en el panorama contemporáneo del cine de alto presupuesto. Es artística, llena de emoción y de una calidad impresionante que vale mucho la pena ver.

Si te gustó debes de ver:

• Blade Runner 2049 (Estados Unidos/Reino Unido/Canadá/España, 2017)

• La guerra de las galaxias (Star Wars, Estados Unidos, 1977)

• Duna (Dune, Estados Unidos/México, 1984)