¡Tenoch Huerta salva el cine!
- Juan Carlos Vázquez
- 14 nov 2022
- 3 Min. de lectura
Black Panther: Wakanda Forever (Pantera Negra: Wakanda Por Siempre, EE.UU., 2022)
Por Juan Carlos Vázquez
Después del fallecimiento de Chadwick Boseman se cuestionó cómo sería una secuela de Black Panther sin el amado Pantera Negra. Sin duda, Boseman pasará a la historia como un ícono en el mundo de los superhéroes; su película fue una de las pioneras en la agenda inclusiva de Marvel y su impacto fue más que importante. ¿Cómo pasas ese manto a otro personaje? Esta reseña contiene spoilers menores.
Cuando Wakanda se queda sin su rey tras su muerte inesperada, el mundo intenta desestabilizar al gobierno wakandiano para robar sus recursos. Después de un año en luto, el país ficticio queda en manos de la reina Ramonda y el escándalo y preocupaciones internacionales, entre los constantes ataques a los centros de investigación wakandianos por todo el mundo, despiertan la curiosidad de un poderoso ser que vive escondido en el mar.
Black Panther: Wakanda Forever (EE.UU., 2022) es el mejor producto que Marvel ha ofrecido desde Avengers: Endgame, así se los digo. El director de la cinta, Ryan Coogler, hace un buen trabajo en homenajear a Boseman y a su legado mientras mueve el mundo de Wakanda a una nueva dirección. Esta película es la primera en todo el UCM en la que el manto de protagonista es relevado de una manera coherente y emocional. La Pantera Negra reencarna y, como en otras buenas historias de superhéroes en el cómic (Batman o todos sus Robins, por ejemplo), un nuevo héroe nace con sus propias aspiraciones y valores, sin intentar ser una copia del original. Es una película que cumple con su hype y deja el buen sabor de boca que pocas películas de superhéroes hacen.
Ojo, no todo es magia. La película tiene mucho relleno. Es una película que fortalece el lore de los Wakandianos y los Talokaniles (la sorpresa). Es una película sobre personajes, centrándose en Shuri (la hermana de T’Challa) y Namor (interpretado por Tenoch Huerta). Sí hay madrazos, pero también mucho diálogo y exposición. Dejando a lado que a la película le sobran minutos, es una grata sorpresa en el mar de guiones flojos que rodea Marvel. No se preocupa por recordarte que es canon del UCM y tampoco toma tiempo para dar explicaciones de más. Es lo que la gente pensó que haría Sam Reimi con la horrorosa Dr. Strange in the Multiverse of Madness: una película de Marvel que pusiera sobre la mesa algo nuevo y fresco (pero a Coogler, aunque medio tropezado, sí le salió).
Pero lo bueno de la película ahí viene, mano. Tenoch Huerta interpreta a Namor, una especie de Dios subacuático que, al igual que Wakanda, tiene acceso a vibranium (el metal más valioso y poderoso del UCM) y reina en las sombras del mar sin que nadie conozca su identidad. No es hasta que ve todo el desmadre que Wakanda y el mundo están armando que decide revelar su existencia a los wakandianos y amenazarlos para crear una alianza que barra con todas aquellas potencias que busquen a la fuerza el vibranium. La película tiene tintes políticos; al final del día, es sobre dos naciones que enfrentan un potencial peligro y se agarran a putazos porque no coinciden en cómo actuar ante un enemigo “colonizador”.
Para acabar les digo lo siguiente: la gente estaba enojada y temerosa de que el personaje de Shuri (Letitia Wright) no tuviera las garras necesarias que el personaje de Pantera Negra requiere. Les puedo asegurar que en esta película sí las tiene y sí las saca. Hacen con Shuri un personajazo interesante, con capas y diferentes matices. A su lado, la introducción de Namor y toda su nación es lo que le sigue de chingón. Tenoch Huerta saca los dotes actorales que vimos en Narcos: México y le da a su personaje aires de un Thanos cuerdo, un Profesor Xavier chingón, una Capitán Marvel carismática o un Doctor Strange sin la personalidad de Tony Stark. O sea, un pinche personajazo. A su lado Mabel Cadena, la otra mexicana en el proyecto con el personaje de Namora, nos entrega una guerrera maya cabrona, ruda y chingona que hizo que me parara de mi cama a hacer ejercicio porque «no mames, yo quiero ser un personaje bien roto como ella». A lo América Chávez (Xochitl Goméz) en la última entrega de Doctor Strange, la inclusión ganó, y para bien, en la nueva fase de Marvel.
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