Un western regio, pero con narcos
- Juan Carlos Vázquez
- 9 nov 2022
- 2 Min. de lectura
El norte sobre el vacío (México, 2022)
Por Juan Carlos Vázquez
Alejandra Márquez Abella recibió el reconocimiento a Mejor Largometraje, Mejor Actor y Mejor Guion en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) con su tercer trabajo: El Norte Sobre el Vacío (México, 2022).
La estética del cine mexicano contemporáneo sigue hasta a los más talentosos. En esta ocasión Marquez Abella se sube a la tendencia de hacer películas sobre la violencia y el narcotráfico en nuestro país y abre en mí un debate de si debió haberlo hecho o no.
La historia sigue a Don Reynaldo (Gerardo Trejoluna), un ranchero y cazador regio conectado en un nivel emocional a su rancho y la historia de su familia. Un día, en una comida familiar, dos hombres que detonan peligro (uno de ellos el genial Raul Briones) le comunican sobre una cuota que debe pagar para “recibir protección” si quiere seguir habitando en esas tierras.
Esta no es la primera señal que se le da a Don Reynaldo (o al espectador) sobre algo malo que podría pasar, pero es la primera vez que nuestro protagonista se plantea qué hacer al respecto.
Es verdad que, a diferencia de muchas películas sobre el narcotráfico, la obra de la directora se siente diferente. Es una película que no recurre a la violencia gráfica para adentrarte al problema. Marquez Abella recurre a su estilo para crear tensión desde el principio y poner en alerta al espectador en situaciones que parecieran comunes; como cazar, limpiar en una fiesta y demás. Poco a poco deja claro la presencia de una fuerza negativa que acecha el rancho de Don Reynaldo y que predice futuros eventos desafortunados.
La película tiene varias lecturas, dándole, junto al montaje, la mayor de las virtudes para este filme. Por un lado se explora el acecho del narco y por otro la masculinidad arraigada en el hombre mexicano. Al estilo de un western, Don Reynaldo decide darle valor a su propia hombría por medio del coraje y, aunque le cueste su rancho y familia, está dispuesto a pelear por sus tierras. Otra lectura cae en eso: en el desplazamiento que a muchas personas obligaron cuando el narcotráfico se impregnó por todo el país.
Más que una historia es una exposición de cómo un ranchero cualquiera decidió encarar el narco. La violencia aquí no es glamourosa y hasta me atrevería a decir que se ve aburrida; un acierto, porque así es en verdad.
El Norte Sobre el Vacío es una película más sobre el narcotráfico en México cuya ventaja sobre las demás obras es la directora, su estilo para la tensión tan bien logrado y el montaje. Fuera de eso, no es una historia que invite a una crítica o reflexión, por lo menos a mí no me generó esa reacción y la disfruté más como película que como agenda. La considero una película bien lograda que no cae en amarillismo y busca no ser morbosa.
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