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Todos los onvrez son iguales

  • Foto del escritor: Juan Carlos Vázquez
    Juan Carlos Vázquez
  • 21 sept 2022
  • 3 Min. de lectura

Men: Terror En Las Sombras (Men, Reino Unido, 2022)

Por Juan Carlos Vázquez

Men: Terror En Las Sombras (Men, Reino Unido, 2022)

Después de haber sufrido una tragedia personal, Harper (Jessie Buckley) decide rentar una casa de campo de ensueño a 4 horas de Londres para que sea su lugar de sanación. Pero algo raro pasa, Harper siente que es acechada y acosada por algo más que su desgarrador pasado.


«Todos los onvrez son iguales» sería una frase que describiría en un 85 por ciento el nuevo filme de Alex Garland (Ex Machina, Annihilation). El director, conocido por su terror sci-fi, nos trae a la mesa un terror fantástico con su nuevo proyecto; Men. En esta ocasión decide explorar la masculinidad tóxica y cómo Harper, víctima y superviviente del problema, es enrollada en una batalla contra el duelo rodeada de más hombres y su inherente toxicidad.


«O sea, ¿me estás diciendo que el director de mi película favorita donde sale Oscar Isaac pelón y barbón bailando bien chido tiene agenda progreeee?». Pues tal vez sí. Estamos en una época donde las obras son leídas o construidas a partir de una agenda social o política, es inevitable no atribuirle lecturas a los productos de una época tan sensible como la de hoy en día. En este caso le tocó al último filme de Garland y creo que todo lo que rodea a la película atribuye a que se sienta más como un producto concebido desde una agenda a uno al que se le da lectura con una propia.


Men: Terror En Las Sombras (Men, Reino Unido, 2022)

Ni el horror/terror se salva hoy en día en buscarles una leída progre. El cine de brujas es constantemente usado para hablar de cómo se ignoró a la mujer, El hombre invisible (2020) también recibió elogios en cómo el verdadero monstruo de la película era la masculinidad tóxica y honestamente creo que Men buscaba subirse al escalón del woke-ismo, «pero de una manera más intelectual y artística, ¿sacas cómo?».


No sé si esto es bueno o malo, que todo se empape en el debate de si existe o debe tener alguna agenda. Yo lo veo como una consecuencia de nuestros tiempos. Lo que sí sé es que me parece fenomenal que se utilice este género para hacerlo, ese hipérbole de realidad que nos permite el cine me parece la forma adecuada de representar algo tan horroroso como la masculinidad tóxica, el hostigamiento, la religión, el humano, la realidad. Más adecuado incluso que una canción, pintura o escultura.


Men: Terror En Las Sombras (Men, Reino Unido, 2022)

Todo parece normal en la casa de retiro en el campo que Harper rentó para su uso, hasta que un día caminando por ahí ella nota que no está sola y alguien la acecha. El bosque era tranquilo hasta que ya no. El primer acto de la película nos engancha con una fotografía y música que nos hace compartir el espacio de ensueño que Harper ha conseguido para ella misma. Si bien, hay elementos de terror presentes, no es hasta el segundo acto cuando Garlan rompe con la realidad y se nos presenta la fantasía del mundo. A lo Anomalisa (2015), Rory Kinnear (aquel que hizo aquella cosa con un cerdo en el primer capítulo de Black Mirror) es todos los hombres que interactúan con Harper. Su rostro es el del rentero, el del policía, el del niño, el cura, el del barista. En este segundo acto es cuando la película se cuelga la agenda al pecho y casi me pierde. Algo pasa que nos dejan aún más claro de lo que ya sabíamos que el monstruo es la masculinidad tóxica. Tal vez fue la constante repetición y énfasis de lo malévolos que son los hombres o la rápida introducción al comportamiento de todos los personajes que llegan a partir de la presencia de lo fantástico, pero llegó un momento en que la película se convirtió en eso; una película sobre la masculinidad tóxica encima de una sobre terror y fantasía. Para el tercer acto Garland deja que la fantasía y el terror tomen las riendas de la historia y con una visión bíblica vomita, lo que es a mi parecer, lo que debía haber sido Men. Creo que mi único problema con el filme radica en que no existe esa sutileza, que sí está en otras películas de Garland, para pasar de un mundo real a uno fantástico.


La maravillosa Jessie Buckley, ese tercer acto, el diseño sonoro, el score y la fotografía hacen que Men sea una experiencia interesante, con sus sustos, su agenda y sus momentos de fantasía perturbadores que valen la pena.



Si te gustó o te interesa acá algunas sugerencias:

  • El hombre invisible (The Invisible Man, Australia-EE.UU., 2013)

  • Ex Machina (Reino Unido, 2014)

  • Madre! (Mother!, EE.UU., 2017)



 
 
 

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