Qué triste

Halloween: La noche Final

Por: Daniella Esparza

Pues bueno… por dónde empezar. Empezar aclarando un sesgo de que realmente soy muy fan de los slasher, especialmente de Michael Myers pero ay…wey. Vámonos rápido, cumple con su función, cumple con su violencia, su gore, sus muertes si, si. Supongo que de verdad es solo una película que vemos por el simple hecho de nadar en la nostalgia, en la tradición, en el poder disfrutar en octubre escuchar la canción de intro de la saga y vivir ese ambiente. Pero realmente, creo que un ícono de los slasher tan importantes merecía más, mucho más. El guión, a mi parecer, es pésimo. Entre mil clichés, cosas predecibles, inconsistencia, será una palabra que repetiré bastante, sin cabeza ni cola. Solo es un acomodo de clichés para dar una historia que no se siente para nada apegado a la magia que nos daba esta saga. Empieza engañosa, prometedora y simplemente ya no te das cuenta hacía dónde va y porqué sucede lo que sucede.

Halloween: La noche Final

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La dirección no tiene la culpa, creo. Se trató de llevar el guión a esta superproducción de Hollywood que hemos consumido una y otra vez, pero bueno. Inconsistente, tanto la trama, como el propósito. Considero que se convirtió en una simple película más de terror y no de las buenas. Entre la trama sin sentido, una actuación básica, pasable para todos los consumidores, hubo una bonita cinematografía y una que otra muerte bastante salvable para producir adrenalina. A mí hasta me aburrió y se me hizo eterna. Algo que retomaré del principio es que tradicionalmente es parte de la nostalgia de vivir la vibra de halloween en conjunto con esa música y ese personaje que tanto tiempo protagonizó la tradición de la festividad. Para ser mi slasher favorito, me pone triste el final. Le falto esa sustancia, un poco más de creatividad. Extrañaré esa magia de ese monstruo indestructible que solo mata por matar.