Querido Harry Styles: ª
- Dharma Delgado
- 25 sept 2022
- 3 Min. de lectura
No te preocupes querida (Don't worry darling, EE.UU., 2022)
Por Dharma Delgado
Difícilmente puedo hablar de Don’t Worry Darling (2022) sin dar spoilers. Hice mi mayor esfuerzo por mantenerlo así pero habían algunas cosas que no podía evitar mencionar. Les advierto desde ahora: spoilers ahead.
El segundo largometraje de la actríz y directora, Olivia Wilde, llenó el internet de controversia e intriga desde que empezó su rodaje. Escándalos, revelaciones y chismes contaminaron la posibilidad de tener un estreno limpio y aclamado. Me gustaría decir que aún con todo el drama la película logra callar bocas y posicionarse como una de las mejores del año; estaría mintiendo en sus caras.
Siguiendo a Alice (Florence Pugh), una mujer casada viviendo en lo que parece una comunidad distópica cincuentera privilegiada, entramos en un historia sobre control. Los maridos trabajan para la comunidad en la que viven y las mujeres, sin ningún contexto, viven sus vidas seguras desde sus casas. Tras ver a una de sus vecinas perder la cabeza, Alice decide seguir sus pasos y salir de los límites permitidos. En consecuencia empieza a tomar conciencia de su situación y trata de demostrar que las cosas en la comunidad de Victoria no son lo que parecen.
Con todas las herramientas correctas para convertirse en algo espectacular, es difícil creer que la película haya sido tan mal llevada desde el inicio. La premisa es genial, la fotografía y diseño de producción están para enmarcarse y la música — uff, la música — es buenísima. Florence Pugh arrasó con la película, definitivamente demuestra que es una de las mejores actrices de su generación. Pero entonces, ¿dónde está lo malo?
La idea tiene mucho peso y no hubo una base suficientemente firme para lograr cargarla. La trama nunca encuentra su motor y, cuando lo hace, mete quinta y choca con el poco tiempo que le queda para contarse. Los primeros ¾ de la película son insoportables; son contadas las escenas en las que se encuentran motivo o sentido en relación a la historia. Súper predecible y cliché, todo lo que vemos es poco original.
Aunque me odien, Harry Styles estuvo fatal en los momentos donde debía lucirse. No digo que sea un pésimo actor, simplemente el papel le quedó muy grande. Su actuación topó con pared y en escenas fuertes perdió completa credibilidad. Chris Pine, al igual que la protagonista, dió una buena interpretación y en el poco tiempo que estuvimos con su personaje logró entender bien su propósito e intención.
Fuera de él, a mediados de la película seguía sin entender quienes eran los personajes más allá de su situación de vida. Así como el mundo en el que viven, los personajes eran completamente vacíos; su superficialidad no permitió formar vínculos con ellos y en ocasiones hacía la energía de la pelí super monótona.
El mundo tampoco se desarrolló a profundidad. El shock de saber que es un mundo digital fue muy blando porque en ningún punto creí que fuera real. Como espectadores vivimos en Victoria casi toda la película pero nunca nos sumergimos en ella, sigue habiendo una línea de desconecte entre nosotros y ellos.
Algo que me pareció desagradable por parte de la directora fue su intención con las escenas sexuales. Wilde mencionó en una entrevista que su enfoque era empoderar a la mujer y el placer sexual de la misma. Esto se vuelve enfermizo después de ver la pelí sabiendo el contexto: su protagonista está encerrada sin consentimiento en un programa distópico por su ex-novio psicótico, quien permite que le borren la memoria para poder vivir su vida de ensueño con ella. Tras esa revelación, absolutamente todas las escenas de placer se convierten en una representación de abuso sexual y en ningún momento se dimensiona la gravedad de la situación.
Tal vez esté siendo muy crítica con Don’t worry darling, pero con tanto potencial es difícil no tener coraje al ver el resultado final. Disfruté aproximadamente 20 minutos de la peli; la hora y cacho que tardé en llegar a ese punto y los 10 minutos posteriores definitivamente no hacen de esta experiencia algo que valga la pena.
Si te gustó, deberías ver:
Black Mirror [Serie de TV] (Reino Unido, 2011-)
Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (Estados Unidos, 2004)
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