Las memorias de Sorrentino

Fue la mano de Dios (È stata la mano di Dio, Italia - EE.UU., 2021)

Por Juan Carlos Vázquez

En lo personal creo que hay momentos en todas las experiencias que son los que hacen valer la pena o no haberlas vivido. El más reciente filme de Paolo Sorrentino es una película de momentos en los que durante el tiempo que pasa entre uno y el otro; nada ocurre. Sorrentino ganó en 2014 el Óscar a Mejor película extranjera por La gran belleza (La grande Belleza, Italia – Francia, 2013) y ahora compite por la misma estatuilla con Fue La Mano de Dios (È stata la mano di Dio, Italia – EE.UU., 2021).

En la década de los 80, en un Nápoles muy italiano, Fabio (Filippo Scotti) se encuentra tambaleando en el abismo adolescente por el que todos pasamos. Perteneciente a una familia de personalidades extravagantes pasa sus días simplemente existiendo, callado e introvertido, pero observando. Fue la mano de Dios es una mirada a la vida del muchacho, a sus alegrías y tristezas, a los mejores momentos de su vida y a las tragedias que lo marcaron. Sorrentino, originario de Nápoles, ha establecido que es una película sobre él, sobre su pasado, así uniéndose a la lista de directores que escriben recurriendo a su propia vida como inspiración, entregando obras que se jactan de ser personales y casi autobiográficas; Dolor y Gloria (España, 2019) de Pedro Almodóvar o Roma (México, 2018) de Alfonso Cuarón por poner un ejemplo. Este tipo de películas nos permite ver el nivel del realizador en dos campos; dirección y guion. Lo que pasó con Fue la mano de Dios es que dejó al descubierto la debilidad como escritor, pero la maestría en dirección del mismo Sorrentino.

La batuta actoral la llevan Filippo Scotti, que es nuestro protagonista Fabio, y Toni Servillo junto a Teresa Saponangelo, quienes interpretan a sus padres. Los tres hacen un trabajo magnífico. La química entre Servillo y Saponangelo es impresionante, ambos logran transmitir sentimientos auténticos con miradas, gestos y hasta chiflidos, sin necesidad de palabras. Por otro lado, la actuación de Scotti es sutil y convence al espectador de que, a pesar de cómo se le ve; tranquilo y escuálido, la mente le va a mil por hora. Si bien estos tres personajes están fuera del status quo, es una pena que Sorrentino no haya tratado con el mismo respeto a sus demás personajes, quienes terminan siendo una caricatura que rompe con la seriedad y supuesta solemnidad con la que quiere tratar su obra.

Como mencioné anteriormente, esta película es de momentos. Me atrevería a decir que esos momentos, aunque sutiles y verdaderamente cortos, son sublimes. Pertenecientes a una película que no lo logra ser.

Fue La Mano de Dios (È stata la mano di Dio, Italia – EE.UU., 2021)

La dirección de fotografía por Daria D’Antonio, la música original por Lele Martichelli y el diseño sonoro de la película me obligan a decir que es un filme hecho para disfrutarse en la pantalla grande. Dicho trabajo, junto a las actuaciones que mencioné, es digno de algo más allá de la televisión de un dormitorio común.

Fue la mano de Dios es una película que no es tan accesible para el espectador promedio, refiriéndome a que podría ser tedioso el ritmo solemne de la historia, el tipo de historia y de personajes y el desarrollo de los mismos. Aún así, los invito a darle una oportunidad. Tiene esos momentos sublimes en los que la película trata de salir adelante y ponerse la camiseta de obra maestra que hacen valer la pena el verla. Alguna vez el director chileno, Pablo Larraín (Spencer, 2021), dijo: «Tal vez hay un momento, una idea o un plano o una luz; algo que me cautiva. Que me cautiva más que la película completa».

Fue La Mano de Dios (È stata la mano di Dio, Italia – EE.UU., 2021)

Ideal si te gustan:

• Llámame por tu nombre (Call Me by Your Name, Estados Unidos, Italia - Francia - EE.UU. - Brazil, 2017)

• La gran belleza (La grande bellezza, Italia - Francia, 2013)

• Dolor y Gloria (España - Francia, 2019)