La (casi) perfecta reinvención de un clásico
- Ricardo Mercader
- 22 mar 2022
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 23 mar 2022
West Side Story (Estados Unidos, 2021)
Por: Ricardo Mercader

Debo de comenzar esta crítica profesando mi amor por el musical original. Entiendo que las adaptaciones o remakes son necesarios para actualizar los clásicos para una nueva generación. Aunque muchas veces estas se quedan debiéndole algo a la original y nos hacen preguntarnos: ¿por qué se justifica una nueva versión? En este caso es algo complicado. De lo que sí puedo estar seguro es que entré escéptico a ver esta versión y quedé gratamente sorprendido por todo lo que vi en pantalla.
West Side Story nos cuenta una historia de amor tan vieja como la humanidad misma. Dos adolescentes de bandos rivales que se enamoran y luchan por su amor en un entorno que no los favorece, con buena música, fotografía y actuaciones estelares.
Al ver esta adaptación, no puedo evitar pensar: ¿por qué Steven Spielberg no había hecho un musical antes? Si el espectador promedio no conociera su nombre, pensaría que este es un director experto en trabajar este tipo de cine. Mejor conocido como el padre de las películas taquilleras o dramas históricos que te rompen el corazón, es de admirar su habilidad para contar cualquier tipo de historias de una manera magistral.

Vamos a hablar del elefante en el cuarto, la original versus esta versión. Si bien la primera versión brillaba por manejar elementos que en su época eran considerados realistas, con números mágicos y con un manejo de todos los trucos cinematográficos de esta época para hacernos parte de la convención del musical. Esta versión decide tomar un rumbo nuevo, siendo fiel al espíritu de la historia original. Desde la primera toma vemos el ambiente sucio y desgarrado en el que se encuentran nuestros protagonistas y esto sienta el tono de lo que vamos a estar viendo por el resto de la película. Desde el principio estaba emocionado por ver como llegaban los números cumbre de la obra y como iban a ser mostrados en esta versión.
Otro aspecto por destacar es la maravillosa actualización de los arreglos musicales y el elenco. La planeación de las tomas que nos hace meternos en los números musicales como si la cámara estuviera bailando y el cuidado con el cual está diseñada la fotografía de esta película es impresionante; Es una perfecta reconciliación de los aspectos más fantasioso de un musical sin dejar de lado el realismo que nos presenta esta obra. Además de presentar decisiones muy inteligentes en casting, corrección de algunos diálogos desactualizados y el cambio de algunos números musicales para crear un mayor impacto dramático en la historia.
Posiblemente mi única queja de esta obra es el papel del protagonista. El personaje de Tony es un papel difícil de interpretar, pero en un elenco en donde todos logran interpretar de manera magistral sus respectivos personajes (destacando la labor de Rachel Zegler como Maria. Ariana DeBose como Anita, David Álvarez como Bernardo y Mike Faist como Riff) se siente como que este no está a la altura del resto de su elenco.
En un año en el que la mayoría de los musicales se terminaron viendo como videos comerciales glorificados, es refrescante ver una obra que le importa tanto el lenguaje cinematográfico como esta.

¿Es mejor que la original? Es una adaptación lo suficientemente diferente que no busca hacerse esa pregunta, sino traer esta historia clásica a las nuevas generaciones. Se hizo un gran trabajo con esta obra que vale mucho la pena ver y que se ganará el corazón de los más escépticos.
Si te gustó debes de ver:
Amor sin barreras (West Side Story, Estados Unidos, 1961)
Sweeney Todd; El barbero demoníaco de la calle Fleet (Sweeny Todd, Estados Unidos/Reino Unido, 2007)
En El Barrio (In the Heights, Estados Unidos, 2021)
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