¿El fin justifica los medios?
- Dharma Delgado
- 23 mar 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 24 mar 2022
Rey Richard (King Richard, Estados Unidos, 2021)
Por Dharma Delgado

Will Smith regresa al género dramático con una interpretación nominada a mejor actor en varias premiaciones prestigiosas, la del denominado “Rey” Richard, padre de las tenistas Venus y Serena Williams. Aclamado por dar una interpretación conmovedora y llena de vida, la participación del actor parece ser una de las cosas, si no es que la única, que sobresalen en la película.

Siguiendo la infancia y adolescencia de las hermanas Williams, Rey Richard narra desde la perspectiva de su padre la historia del poder que tuvo en sus futuros. Creando desde su nacimiento un plan estricto que las convertiría en las mejores tenistas del mundo, el rey decidía cada movimiento de las niñas con formas un tal dictadoras, anticuadas y carentes de paciencia.
El problema más grande que encontré en esta cinta es el mismo del que he hablado ya en varias ocasiones, la necesidad de Hollywood de crear películas catando a las necesidades sociopolíticas de su mercado. Hecha con las patas, la película del director fantasma, Reinaldo Marcus Green, se enfoca demasiado en los obstáculos de Richard, culpando todos en su color de piel. El personaje toma muchas actitudes y decisiones cuestionables que claramente le traerían consecuencias, pero el enfoque siempre está en su estatus como minoría, dejándolo como una víctima una y otra vez.
Es imposible empatizar con un personaje que no cambia ni se da cuenta de sus errores; al contrario, nos deja frustrados y cada vez con más ganas de golpearlo.
La visión de la película es una falla enorme para mi, se lleva de encuentro todos los demás departamentos que la completan, es un cadillo que la plaga desde el primer acto. El mensaje de perseverancia y fortaleza se ve contrarrestado con los “valores” de su protagonista, quien en vez de motivar y dejar que el talento de sus hijas defina su destino, toma un control enfermo sobre ellas y su futuro. El patrón repetitivo de: protagonista es agredido por su raza -> protagonista sale adelante, alarga demasiado la película y nos deja poco espacio para respirar o sentir momentos ligeros.

La decisión de producir una historia con patrones tóxicos pero de vida real con tal de sacar un producto apto para tocar las fibras sensibles de la sociedad se me hace patético. Una película sobre las hermanas y como su talento las llevo a lo que son ahora, con la repentina aparición de su papá como manager, parece una historia más atractiva a mi parecer. Recapitular este filme me regresa los sentimientos que tuve al verlo; confusión, coraje y ganas de que ya se termine.
Si te gustó, debes ver:
En busca de la felicidad (The pursuit of happiness, Estados Unidos, 2006)
Juego de honor (Coach Carter, Estados Unidos, 2005)
La batalla de los sexos (The battle of the sexes, Estados Unidos, 2017)
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