Del Toro y su neo-noir
- Juan Carlos Vázquez
- 21 mar 2022
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 22 mar 2022
El callejón de las almas perdidas (Nightmare Alley, EE.UU. - México - Canadá, 2021)
Por Juan Carlos Vázquez
El mexicano favorito de todes, Guillermo del Toro, regresó a la temporada de premios con múltiples nominaciones. Esta vez con su propia versión de El callejón de las almas perdidas (Nightmare Alley). Esta es la segunda adaptación cinematográfica del libro homónimo de 1946 escrito por William Lindsay Gresham.
Este filme abre con Stan Carlisle (interpretado por Bradley Cooper) enterrando un cuerpo y posteriormente quemando una casa. Durante varios minutos, secuencias e incluso escenas no lo escuchamos decir una sola palabra hasta que, después de llegar a un carnaval con geeks, tiene un encuentro con uno. Al conseguir trabajo, inicia la nueva etapa de una vida que usará para huir, no tanto de su pasado, pero de sí mismo.
Voy a ir directo al grano: El callejón de las almas perdidas (Nightmare Alley, EE.UU – México – Canadá, 2021) me dejó deseando más. Y no es que no tengamos ese diseño de vestuario y arte característico del mexicano y su equipo. Todos los factores técnicos que el jalisciense ha amaestrado están presentes y se ganan el precio de entrada de una sala IMAX o DOLBY. El tremendo cast de estrellas conformado por Cooper, Cate Blanchett, Rooney Mara, Willem Dafoe, Toni Collette, entre otros, dan una nota actoral lo suficientemente buena para mantenernos atentos a una historia que, francamente, no me pareció relevante para dos horas y veinte minutos.
A Del Toro siempre le he atribuido historias sobre las relaciones, aunque sus películas caigan en el género de fantasía (que problema alguno no encuentro) y sus protagonistas sean monstruos; creo firmemente que retrata la intimidad como nadie más puede. Entre una niña y un fauno, entre Hellboy y Liz, entre un rey anfibio y una mujer sorda. Creo que El callejón de las almas perdidas no le permite explorar esta parte de la humanidad que conoce tan bien, pero nos deja ver una faceta del director que no habíamos visto antes, aunque al final sigue sin convencerme. Y es que esta película es la menos “del Toro” que el mexicano ha realizado en cuanto a tema y fuerza narrativa.
De primera instancia no tenemos monstruos per se, humanos son los que llevan el hilo en esta historia. Probablemente el tema de los carnavales y los geeks fue lo que orilló a Del Toro a compartir su propia visión de esta película. Un filme neo-noir me parece arriesgado con el público mainstream, pero Del Toro es conocido por ser nominado a los premios más populares del cine por películas que tienen como protagonistas humanos que tienen sexo con peces. Eso le aplaudo, lo valiente.
No es hasta la segunda mitad que todo lo construido empieza a interesar; los daddy issues de Carlisle salen a flote, la femme fatale del filme, la doctora Lilith Ritter interpretada por Cate Blanchett roba las escenas que protagoniza y las decisiones ególatras de Carlisle van cobrando su deuda poco a poco. La escena final, aunque predecible, deja una satisfacción en el espectador.
Les seré honesto, no se pierden de nada. Pero esa es mi opinión, ustedes pueden compartirme la suya.
Si te gustó te recomiendo:
La isla siniestra (Shutter Island, EE.UU., 2010)
La forma del agua (The Shape of Water, EE.UU - México, 2017)
El callejón de las almas perdidas (Nightmare Alley, EE.UU., 1947)
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